jovenes fumando droga
La cultura moldea, y es moldeada, por la percepción colectiva. Y en este proceso los estereotipos influyen de forma importante. Cuántas veces no se ha relacionado el consumo de marihuana entre los jóvenes con conductas con perfiles problemáticos, disfuncionales, y poco efectivos. Por el contrario, y quizá debido a una imagen construida mediante grandes presupuestos publicitarios, el consumo de tabaco, si bien es cada vez visto con peores ojos como enemigo de la salud, jamás se relacionó con un perfil negativo, de hecho, hasta hace un par de décadas los fumadores eran proyectados como personas interesantes, productivas y, por qué no, como saludables y galantes vaqueros.
El declive de la popularidad del tabaco es una realidad. Esto parece ser positivo, pese a que el tabaco es una de las medicinas ancestrales de las culturas chamánicas de América, ya que las grandes tabacaleras se han encargado de crear venenosos paquetes para esta planta maestra. Paralelamente, al menos en Estados Unidos, cada vez más se vuelve socialmente aceptable fumar marihuana; en parte porque la comparación con sustancia legales como el tabaco y el alcohol es generalmente favorable en términos de salud y en parte también a que la marihuana médica en diferentes estados ha transformado la conciencia ciudadana.
Un estudio reciente en el estado de Washington, donde recientemente se legalizó la marihuana, muestra que jóvenes de secundaria y preparatoria tienden a fumar el doble marihuana que tabaco –el cannabis es cool mientras que el tabaco, influencia de las campañas de salud, es considerado algo indeseable.
